(Una historia real contada por reygecko y vivida en sus propias carnes)
Esta semana, aún sospechando lo que me podía encontrar, cometí la temeridad de preguntar en el trabajo algo que llevaba tiempo rondándome la cabeza. Vamos allá.
No me gusta el fútbol. Cuando sale la mal llamada «sección de deportes» (¿por qué lo llaman «deportes» cuando quieren decir «fútbol»?) de los informativos, cambio de canal. Aún así, no sé de qué modo, pero yo también me enteré de que el entrenador del Real Madrid había metido el dedo en el ojo a no sé quién y que se estudiaba su sanción.
Aquí un futbolista opinando sobre la reforma constitucional
Hice la terrible comprobación. Me acerqué a un compañero de trabajo y le pregunté:
– Oye Paco (puede ser un nombre ficticio… o no ;)) ¿tú sabes lo de la sanción al entrenador del Madrid?
Y Paco me contó todo lujo de detalles. Que si le proponían tal sanción, que si al final se quedaría en tal otra, que si esto que si lo otro… esperé pacientemente y volví a preguntarle:
– Ya… ¿y sabes en qué consiste la reforma de la Constitución?
– ¿Ein? ¿La reforma…? Errr…. pues no mucho… emmm… poner un techo de gasto o algo así… ¿no?
– Ya, eso es lo que sale por la tele pero… ¿sabes que pretenden poner en la Constitución que el pago de la deuda de las instituciones públicas será, literalmente, de «PRIORIDAD ABSOLUTA«? Es decir, que podría interpretarse que pagar las pensiones, la sanidad, el paro o incluso tu sueldo (Paco es funcionario) podría ser inconstitucional, si no se ha pagado primero a los bancos. ¿Sabías eso?
– No… eso no puede ser… ¿cómo van a hacer eso?
– ¿No puede ser, verdad? Tú piensas que yo voy a las Asambleas del 15M porque me gusta mover las manitas en alto y perder el tiempo ¿no?
Paco calló unos segundos, dubitativo. Seguramente a ti que estás leyendo te pase como a mí. Es casi seguro que conoces a muchas más personas que saben hasta el mínimo detalle de la vida del entrenador del Madrid… pero no tienen ni idea del contenido de la reforma constitucional. Y eso sí que nos afecta a todos.
Defiende tus derechos. Ve a las asambleas. Infórmate. Despierta a quienes te rodean.
Foto: AQUÍ.
